viernes, 27 de junio de 2008

Neoliberalismo en México



Bajo el modelo económico de la Revolución Mexicana (basado en la regulación del comercio exterior y en un importante intervencionismo gubernamental en el fomento económico), en especial a partir del gobierno de Lázaro Cárdenas, la economía mexicana alcanzó una tasa de crecimiento promedio anual de 6.1% (periodo 1934-1982), implicando un mejoramiento significativo de las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos (Calva Téllez, 2000). Sin embargo, en la década de los 70´s, el gobierno obtuvo grandes préstamos estadounidenses para conseguir apoyo para el PRI con el supuesto objetivo de “estimular una economía floja”, quedando como garantía de pago nuestras reservas petroleras; lo anterior desembocó en una profunda crisis económica en 1982, debido a que el precio del petróleo cayó y se dispararon las tasas de interés (Tinker Salas y Rus, 2006). Luego entonces, a cambio de fondos para aplazar el pago de la deuda, Estados Unidos junto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) “forzaron” al gobierno de México a implementar medidas de austeridad y la implementación de políticas neoliberales inconvenientes (ver gráfico 1).


El modelo económico neoliberal consiste, esencialmente, en la liberación del comercio exterior y la reducción del intervencionismo gubernamental en la economía, suprimiendo regulaciones, privatizando empresas públicas y desmantelando el fomento económico sectorial. En mi percepción de las cosas es un asunto “grave” el decir que a México se le obligó o se le impuso este modelo económico desde el exterior; otros autores hablan más bien de un apego a las “recetas ortodoxas” del FMI y del BM, pero de cualquier forma sólo se han tenido resultados desastrosos para el país.



En los gobiernos de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari, se fueron retirando fondos para el apoyo a la agricultura y a los sectores más pobres tanto urbano como rural (Ochoa y Wilson, 2001), limitaron el crecimiento del gasto social a niveles menores a los de la alta inflación presente en ese entonces y se privatizaron cientos de empresas antes controladas por el estado. En 1992, cuando se concluyeron las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la economía fue reconfigurada para la implantación del modelo de libre mercado. Todo lo anterior provocó que la inversión extranjera careciera de restricciones; se dio fin a la reforma agraria y se tomaron medidas que permitieron la privatización de tierras e instituciones financieras. A cambio de ello el país esperaba recibir inversiones “masivas”, pero hubo una reacción en contra.


Como todos sabemos, el 1º de enero de 1994 entró en vigor el TLCAN, mismo día en que se dio a conocer el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN); es curioso que para febrero de ese mismo año, se había rumorado que el entonces candidato a la presidencia por el PRI, Luis Donaldo Colosio, pensaba en “moderar” el compromiso neoliberal como forma de reconciliar a su partido con los sectores trabajadores y pobres, y para marzo de ese mismo año fue asesinado (Tinker Salas y Rus, 2006). Posteriormente, tal como en 1982, nuestro país se sumió en una nueva crisis económica y acudió de nueva cuenta al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que proveyó un rescate económico cuyos principales beneficiarios fueron los bancos.


El gobierno estadounidense, quien había insistido en la privatización de PEMEX, exigió que todos los pagos extranjeros a PEMEX pasaran por la Reserva Federal en Nueva York para garantizar el pago de la deuda, convirtiendo a uno de los símbolos de nuestro nacionalismo en su rehén.
En el sexenio de Ernesto Zedillo, se invirtieron miles de millones de dólares para rescatar no a trabajadores y negocios nacionales, sino a los bancos. El gobierno también temía de una revuelta popular exitosa, así que mantuvo una fuerte presencia militar en Chiapas y se dedicó a entrenar fuerzas paramilitares ahí y en otras entidades para ejercer presión directamente en esa zona; todo eso desembocó en las masacres de campesinos desarmados en Aguas Blancas, Guerrero y Acteal, Chiapas.


Llegamos entonces al sexenio de Vicente Fox, quien tal como declaró en televisión abierta: “antes de ser presidente pues soy empresario”, demostró que el país era lo que menos le importaba, que el era un “businessman” y así lo demostró, fomentando la continuación del modelo neoliberal, sin un cambio significativo, el cual esperábamos los mexicanos; los pilares de las estructuras de poder tradicionales y las resultantes condiciones de desigualdad siguen intactos.


En el sexenio anterior, Fox formó coaliciones con partidos rivales para la aprobación de iniciativas de ley, optando por un mayor “entendimiento” con el PRI que con el PRD, lo que recuerda la misma coalición en la administración de Salinas para la implementación de medidas neoliberales; esto implicó el cese de las campañas para investigar al PRI (por corrupción, guerra sucia de los 70`s,…) y en lugar de aislar a ese partido, ha permitido su renacimiento. No conforme con el alejamiento marcado de los países Latinoamericanos y su pronunciado acercamiento a los Estados Unidos, Vicente Fox firmó en Texas en el año del 2005, un “TLCAN-plus”, o mejor conocido como Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN), algo que se hizo “a espaldas” no sólo del Congreso de nuestro país, sino “a espaldas” de todos los mexicanos, sin ninguna consulta. Según el Dr. en economía, Michel Chossudovsky, este acuerdo (que resulta ser mucho más grave que el TLCAN) es un “proyecto de integración” de Canadá, Estados Unidos y México, el cual le da derecho al gobierno estadounidense de desplegar sus fuerzas armadas desde el Caribe hasta el norte de Canadá (de manera terrestre, aérea o marítima), justificada presuntamente para la lucha contra el terrorismo; también contempla seguridad energética, donde se cree que la privatización de PEMEX está incluida. “…Es un espacio para tomar control de los recursos naturales de los tres países, es un paso hacia la integración de la Unión Norteamericana, lo que se aleja demasiado de parecerse a la Unión Europea, ya que la manera en la que se está negociando es radicalmente distinta, además de que no es una unión entre iguales, ya que estaría dominada por Washington y por el Pentágono…”, “es un proyecto de conquista territorial, no una unión…”.

En el noticiero “en contexto” de la televisora Telemundo de Los Ángeles, se afirmó que el ASPAN es un concepto de integración regional en materia de seguridad nacional, con el desequilibrio de fuerzas en donde la peor parte la llevaría México, ya que además de muchas otras implicaciones, una de las más graves, se considera el que automáticamente los enemigos de Estados Unidos se convertirían en enemigos de México; el periodista Rubén Luengas terminó su nota informativa con un mensaje pensado por el ex General del ejército mexicano José Francisco Gallardo, quien afirma que: “en esta asociación o integración se esconde una tragedia para México sólo comparada con la pérdida de la mitad de su territorio en 1847”.


Con todo lo anterior no quiero decir que Andrés Manuel López Obrador represente un “mesías” político en nuestro país ni un cambio radical en la economía; sin embargo creo firmemente que el ex-candidato del PRD para las elecciones presidenciales del 2006 significaba "el inicio de un cambio" y no la continuación del modelo priísta y panista.


Para terminar este apartado, me gustaría citar algunas sentencias de Juan Pablo II: “El neoliberalismo capitalista que subordina a la persona humana y condiciona el desarrollo de los pueblos a fuerzas ciegas del mercado; en ocasiones se imponen a las naciones como condición para recibir nuevas ayudas, programas económicos insostenibles, y de este modo asiste en el concierto de las naciones al enriquecimiento exagerado de unos pocos a costa del empobrecimiento creciente de muchos. No son afirmaciones doctrinarias, sino constataciones de hechos lacerantes…”.








4 comentarios:

Anónimo dijo...

Exelente trabajo

Anónimo dijo...

Me parece perfecto tu aportación, pondré tu link en radioamlo.blogspot.com, espero un día podamos platicar te dejo mi mail druidaenresistencia@gmail.com con el fin de difundir más estas ideas y porque no dependiendo de tu ubicación hacer un foro o algo así. Yo me ubico en el DF.

Anónimo dijo...

esta muy bueno tu blog, excelente información ya que estos temas no son muy claros, te felicito, vi tu respuesta en yahoo preg y decidi visitarlo, yo tengo poco que inicie el mio y bueno ahi la llevo, ojala pases por mi blog para que opines, saludos

http://dudas-legales.blogspot.com/

Unknown dijo...

Excelentes investigaciones, yo tambien ya estoy difundiendo tu blog por el fotolog...

NI UN PASO ATRAS, NI PARA AGARRAR IMPULSO..!